Recogida de la procesión extraordinaria de la Virgen del Águila. Roberto González

Este sábado 14 de junio, Alcalá vivió una jornada inolvidable en torno a su Patrona, la Santísima Virgen del Águila, con motivo del 25º aniversario de su Coronación Canónica. Fue un día marcado por la emoción, el recogimiento y la devoción profunda de un pueblo que se volcó, una vez más, con la Virgen que habita en su castillo.

En este año 2025, se conmemoraron los veinticinco años transcurridos desde aquel 3 de junio del año 2000, cuando miles de alcalareños se congregaron para presenciar uno de los hitos religiosos más importantes de la ciudad: la Coronación Canónica de la Virgen del Águila, un acto presidido por el entonces arzobispo de Sevilla, monseñor Carlos Amigo Vallejo. Para recordar aquella fecha histórica, la Hermandad de Nuestra Señora del Águila organizó un extenso y cuidado programa de cultos y celebraciones.

Los días 11, 12 y 13 de junio, se celebró en su Santuario un Solemne Triduo de acción de gracias, predicado por sacerdotes naturales de Alcalá, quienes pusieron voz al sentimiento de un pueblo entero. Las ceremonias, llenas de fervor y solemnidad, marcaron el preámbulo espiritual de la gran jornada del sábado.

Ya entronizada en su paso, la Virgen del Águila fue trasladada a las 8:30 horas del sábado desde su Santuario hasta la Capilla de Nuestra Señora del Carmen del Colegio Salesiano, en un recorrido inédito por calles poco habituales. Durante el trayecto, que transcurrió en un ambiente de profundo recogimiento, se rezó el Santo Rosario y sonaron cantos devocionales interpretados por coros locales. La imagen llegó al colegio a las 11:00 horas, donde permaneció expuesta hasta las 14:00 horas.

Este momento fue especialmente simbólico, ya que permitió el encuentro entre la Virgen del Águila y María Auxiliadora, las dos imágenes marianas coronadas de Alcalá. Un gesto cargado de significado y emoción para los fieles, que vivieron con intensidad esa imagen de unidad y espiritualidad compartida.

A las 19:00 horas, la Virgen fue trasladada a pie hasta La Plazuela, donde a las 20:30 horas se celebró una Misa Pontifical presidida por el obispo auxiliar de Sevilla, monseñor Ramón Darío Valdivia Jiménez, y concelebrada por numerosos sacerdotes locales. Más de mil sillas fueron dispuestas para acoger a los asistentes, entre ellos numerosas mujeres ataviadas con mantilla, como manda la tradición. La Coral Polifónica de Nuestro Padre Jesús Nazareno acompañó musicalmente una celebración marcada por la solemnidad y el recogimiento.

Tras la Eucaristía, dio comienzo la esperada procesión extraordinaria. El paso de la Virgen recorrió un itinerario especial por el centro y el casco antiguo de Alcalá, pasando por enclaves emblemáticos como el castillo y su barrio. El cortejo fue especialmente solemne, con la participación de hermandades de la ciudad y de toda la provincia, así como numerosas alcalareñas vestidas con mantilla.

El acompañamiento musical corrió a cargo de dos formaciones: la Agrupación Musical del Santísimo Cristo de la Bondad, que abrió el cortejo con la cruz de guía, y la Asociación Musical Nuestra Señora del Águila, que puso los sones tras el paso de la Patrona. La ciudad entera se volcó con esta conmemoración, que dejó estampas de fe y belleza que ya forman parte de la historia reciente de Alcalá.

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