Publicado enLa Razón Impura

H. M.

Los dos hombres se veían a veces en una hermosa plaza cuyo centro ocupaba un inmenso árbol de tronco enorme y ramas retorcidas que, según explicaba con demasiada frecuencia el mayor de ellos, había traído Colón de América hace cinco siglos y había plantado allí su propio hijo, para que todos pudiesen admirar en su […]