Señor director, en los últimos, meses he leído en su –nuestro- periódico, algunas quejas respecto al tráfico de nuestra ciudad, algunas escritas por usted mismo. Estoy completamente de acuerdo que el tráfico es un absoluto desastre, y que la gestión podría ser mejor, mi carta es para excusar la gestión del mismo. Mi intención es dar una opinión más al respecto, desde otra perspectiva.

Cuando veo esas largas filas de coches, me suelo preguntar por cuántos de los allí atascados realmente tenían una necesidad de desplazarse en coche, quizás muchos, la mayoría diría yo. Estos atascos suelen producirse en hora punta, al salir del trabajo y regresar a casa, en la salida de los colegios.

Pero también es cierto que, según observo en mi entorno, cada vez se usa más el coche para trayectos cortos, que para personas sin problemas de movilidad se pueden hacer a píe. Incluso en ocasiones, más rápido que en coche si consideramos la búsqueda de aparcamiento –este asunto también da para mucho-, posibles atascos, etc.

Además, ya que tenemos el coche disponible, ¿para qué comprar en la tienda del barrio? Podemos ir a un supermercado y llenar el maletero, pero cuando necesitemos ir a la tienda del barrio para un desavío, puede que ya no exista y tengamos que coger el coche, ahora sí, sin alternativa.

Además de no provocar atascos, caminar no emite emisiones contaminantes, todo son ventajas.

Texto de Guillermo Marcos Rivero

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