Se ha acuñado en redes la expresión «vergel de señoros» para identificar esos grupos de señores «mayores y respetables» que «hacen cosas serias».
Cosas en las que el sesgo machista y reaccionario les lleva a excluir sistemáticamente a las mujeres, como parte de un sistema de valores que sigue siendo signo de nuestros tiempos. La expresión viene a completar a otras como «campo de nabos», que no reproduciré aquí para no herir susceptibilidades.
Pues un vergel de señoros ha montado un tinglado para promover la declaración de Itálica como Patrimonio de la Humanidad. Claro, para los que venimos siguiendo el recorrido de Itálica en los últimos años la cosa suena un poco rara, visto lo visto: cierres del yacimiento, reducción drástica del personal, liquidación de los trabajos arqueológicos propios, caída del número de visitantes, problemas con las reservas…
Fuera de la ideología de un vergel de señoros cualquier denuncia de la realidad, no sea que no cuenten con los sagrados (para ellos) «apoyos institucionales». Que ya se sabe que las instituciones son muy susceptibles a las críticas. Eso sí, alharacas para obtener el «Patrimonio Mundial» las que quieran. Y encuentros científicos, en los que una gran mayoría de señores mayores y respetables (¿les extraña?) pontificarán sobre el peinado de Adriano. Por desgracia, eso es el Patrimonio Cultural en nuestro entorno las más de las veces, cosa de señoros. Igual nos toca arrebatárselo, que ya va siendo hora…