El patrimonio cofrade de Alcalá de Guadaíra recupera una de sus joyas más valiosas con la restauración del paso del Triunfo de la Santa Cruz, perteneciente a la Hermandad del Santo Entierro. La pieza, popularmente conocida como el paso de la canina, es el más antiguo de la Semana Santa alcalareña y vuelve a lucir su esplendor tras una cuidadosa intervención que ha permitido recuperar hasta el 80% del dorado original.
El paso, tallado en 1895 por el escultor Antonio Domínguez Gordillo, constituye un magnífico ejemplo del gótico florido y encierra una historia singular. Antes de llegar a Alcalá, fue el paso del Santísimo Cristo de las Penas de la Hermandad de la Estrella de Sevilla, que en 1932 protagonizó un hecho histórico al ser la única cofradía sevillana que realizó estación de penitencia a la Catedral ese año.
El proyecto de restauración ha sido posible gracias a una subvención municipal destinada a la conservación del patrimonio, dentro del programa de ayudas impulsado por el Ayuntamiento de Alcalá. Los delegados de Cultura, Patrimonio y Museos, Christopher Rivas, y de Fiestas Mayores, Rocío Bastida, junto al Hermano Mayor del Santo Entierro, Juan Troncoso, el restaurador Alejandro Redondo y el presidente del Consejo de Hermandades, Enrique Ruiz Portillo, visitaron recientemente la obra, que permanece expuesta en el salón Talavera de la Casa de la Cultura.
Durante la visita, Rivas destacó que «la restauración llevada a cabo por Alejandro Redondo devuelve a Alcalá una pieza de enorme valor devocional y artístico. Seguimos apostando por la conservación y puesta en valor del patrimonio alcalareño, preservando la memoria y la identidad de nuestra ciudad».
El minucioso proceso de recuperación ha respetado los materiales originales y las técnicas tradicionales, ofreciendo un resultado que permitirá contemplar una imagen más fiel al diseño original en la próxima Semana Santa de Alcalá de Guadaíra.
Con esta intervención, el paso del Triunfo de la Santa Cruz se suma a otras obras restauradas gracias a las subvenciones municipales, que contribuyen a mantener vivo el legado artístico y religioso de la ciudad y pueden disfrutarse también en el Museo de Alcalá.


