El entorno de Alcalá vuelve a ser escenario de un grave problema ambiental. El Seprona de la Guardia Civil ha destapado un vertedero ilegal situado en la zona limítrofe entre Sevilla y Alcalá, donde se acumulaban residuos de todo tipo y se practicaba la quema incontrolada de los mismos, con el consiguiente riesgo para la salud de los vecinos y para el medio natural.

La operación se ha saldado con siete personas investigadas como presuntas responsables de un delito contra el medio ambiente y la ordenación del territorio. Según la investigación, este espacio clandestino se utilizaba para el depósito irregular de restos de obra, chatarra y basuras, muchos de ellos altamente contaminantes.

Lo más alarmante, según detalla la Guardia Civil en una nota de prensa, era la práctica de quemas frecuentes de residuos, generando emisiones tóxicas que podían alcanzar a núcleos cercanos. Estas actuaciones, además de ilegales, suponían un importante riesgo de incendio en plena temporada estival.

El vertedero, que se encontraba en un área sin autorización alguna, carecía de medidas de seguridad o control. El Seprona ha destacado la gravedad de estos hechos, no solo por el daño ecológico inmediato, sino también por los efectos a medio plazo sobre el suelo, el aire y el entorno natural que conecta con el territorio alcalareño.

La investigación continúa abierta mientras se evalúa el alcance de los daños. El caso vuelve a poner de relieve la problemática de los vertidos incontrolados en los alrededores de Alcalá, una situación denunciada en varias ocasiones por colectivos ciudadanos y ecologistas, que reclaman un refuerzo en la vigilancia y sanciones ejemplares para evitar que estas prácticas se repitan.

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