Arranca este lunes, en el rodaje de Conversaciones de Tanatorio, la ópera prima del director Carlos Moreno (23 años), una tragicomedia costumbrista nacida del duelo por la muerte de su padre. La producción cuenta con Paz de Alarcón como protagonista, actriz sevillana recién galardonada con el Premio Carmen 2025 a la Mejor Interpretación Femenina Revelación, quien apostó por este proyecto independiente tras leer el guion «de un tirón». La filmación de Conversaciones de Tanatorio se desarrolla íntegramente en la Ciudad San Juan de Dios de Alcalá de Guadaíra, centro que atiende a 300 usuarios con discapacidad intelectual y forma parte de una orden con 450 años de presencia en Sevilla. La elección del espacio refuerza el componente social y humano del proyecto.
Paz de Alarcón, con más de 25 años de trayectoria en teatro, televisión y cine, conocida por su trabajo en Cuéntame cómo pasó, Intemperie de Benito Zambrano y Rita de Paz Vega, destaca la madurez del joven director: «Tiene apenas 23 años, pero me impresionó su energía y la profundidad de su universo visual. Citaba con naturalidad a Caravaggio, Velázquez y Hopper». La actriz interpreta a Mariló, personaje inspirado en la madre del director: «Es esa mujer andaluza que todos conocemos: fuerte por fuera, rota por dentro, que no se detiene ni el día que se muere su marido. Un personaje complejo y real».
La película cuenta también con María Cabrera en el papel de Milagros, la matriarca de 75 años, y la dirección de fotografía corre a cargo de Marina Alonso. La historia transcurre en tiempo real durante las 24 horas de un velatorio, combinando el humor negro andaluz con el drama familiar. «Hay algo muy potente en lanzarse a una primera película con tan pocos medios y tantas ganas. Poner imagen a una historia que he visto crecer en conversaciones eternas en nuestra terraza es un placer y un reto que afrontamos con la espontaneidad de quien aún no conoce todas las reglas», explica Alonso. «Visualmente queremos algo sencillo pero con intención, entre lo directo de Almodóvar, la luz sobria de Kaurismäki y esos encuadres abiertos que dejan espacio a lo absurdo, como en Roy Andersson».
Conversaciones de Tanatorio implementa por primera vez en España un modelo de producción cooperativo integral, donde todo el equipo técnico, artístico y creativo participa directamente en el reparto de beneficios. «Hemos querido explorar una forma diferente de hacer cine, basada en la participación colectiva y el compromiso compartido», explica el productor Enrique Parrilla, de Lantia Films. Más de 40 profesionales, principalmente andaluces menores de 30 años, forman parte de este experimento que busca alternativas al modelo tradicional de financiación.
Con apenas 40.000 euros de presupuesto -el 1,2 % de la media nacional de 3,4 millones para largometrajes, según el Ministerio de Cultura-, la película demuestra que es posible crear cine de autor con recursos mínimos cuando hay convicción creativa. Para Carlos Moreno, esta experiencia también supone cerrar un capítulo personal: «El día que murió Paco, solo recuerdo estar viendo una película delante de mis ojos. Ver una familia rota, una hermana hundida y una madre «encorajá». Un torbellino de emociones donde ya estaba todo dicho y, sin embargo, nadie dejaba de hablar»
La cinta es, en palabras del director, «un homenaje al cine costumbrista que tanto quiero, a la historia presente del cine andaluz y a las madres «encorajás» del sur». Su dedicatoria final lo resume: «A las madres. A la mía. A Mariló Romero». El rodaje de Conversaciones de Tanatorio se extenderá hasta el 26 de agosto en Alcalá, con estreno previsto para 2026.