El Museo acoge la exposición Alcalá de Guadaíra 100 años de Ciudad. Una muestra en colaboración con el Archivo Municipal, el Servicio bibliotecario, y el propio Museo, con motivo de la concesión del título ciudad en el año 1925, por parte del Rey Alfonso XIII. La exposición muestra documentos que explican la transformación de Alcalá como contratos, planos y diseños de infraestructuras e edificios como los del actual Ayuntamiento o los inmuebles regionalistas proyectados por Juan Talavera por encargo municipal como el hotel o el matadero. La exposición recibe al visitante con una copia de la página de la Gaceta en la que se publicó el Real Decreto.
El acto contó con la asistencia del delegado municipal de Cultura, Patrimonio y Museos, Christopher Rivas, la delegada Portavoz del Gobierno Municipal, Ángeles Ballesteros, miembros de la corporación municipal, así como los responsables de estos servicios municipales, Javier Hartillo, Ofelia Jaén y Paco Mantecón que han explicaron el significado de la muestra y la importancia de la conservación de los documentos a lo largo de la historia. Rivas ha enfatizado el interés de esta exposición que conmemora con documentos, planos, dibujos o pinturas realiza un recorrido de 100 años de historia urbana, identidad y transformación colectiva.
«Fruto de los logros alcanzados»
El delegado de Cultura, expresó que «el título de ciudad fue un reconocimiento fruto de los logros alcanzados en aquella época por la sociedad alcalareña, y al mismo tiempo, un estímulo para acelerar los cambios con los que se pretendía mejorar el aspecto del municipio, la calidad de vida de los habitantes y los servicios públicos».
El primer tercio del siglo XX fue para Alcalá una época de expansión económica debido al desarrollo de la industria aceitunera y panadera. El Ayuntamiento tuvo un papel fundamental en la transformación del espacio urbano. En la década de 1920 se culminó el adoquinado de la ciudad y se mejoró el alcantarillado y el alumbrado público. En la actualidad, hay edificios diseñados por el arquitecto Juan Talavera que atestiguan esta prosperidad, como el Hotel Oromana, el Teatro Gutiérrez de Alba o el colegio Pedro Gutiérrez. Igual ocurrió con la cultura local que también vivió su época de esplendor con la segunda generación de pintores y paisajistas, la reedición de las Memorias Históricas del Padre Flores y la publicación de la Revista Oromana.