Rocío Bastida, Javier Hermida, Ana Isabel Jiménez y Paco Guillén junto al cartel anunciador de la Feria. Marina Ortiz

Javier Hermida presentó el pasado 25 de abril el cartel de la Feria de Alcalá. Una acuarela que es el resultado de un largo proceso en el que el pintor alcalareño reconoció haber sido «muy feliz». «Me siento muy alcalareño, estoy orgulloso de mi ciudad y que me encarguen el cartel de la Feria es un honor y una garantía de que durante un tiempo voy a estar plenamente feliz por hacerlo» y, «en segundo lugar, porque cualquier trabajo creativo es un obsequio. Me siento especialmente feliz cuando trabajo», expresó.

En el trayecto han quedado «muchísimas ideas» que Hermida fue «probando» y «desechando». «Muchos intentos que podrían ser válidos, pero no eran suficientes», reconoció, contabilizando unos ocho bocetos distintos muy avanzados y cuatro carteles al nivel del definitivo hasta quedarse con la obra final. En el acto, el artista defendió el valor del cartel frente a lo que se considera arte mayor.

«Desde que tengo conciencia de que me gustaba la pintura, siempre me impresionaban los carteles de Feria de Sevilla. Tuve noticia de nombres como Gustavo Bacarisas, Francisco Hohenleiter y un desconocido Juan Miguel Sánchez, creo que el mejor de todos. Ni uno de esos grandes carteles está en las paredes de ningún museo de Bellas Artes. Siempre me ha parecido una discriminación injusta porque para mí tiene el mismo valor», defendió.

En esos carteles se estaba creando el tópico, el canon, que ha servido y que sigue vigente un siglo y pico después. «Ese canon se reduce a una mujer guapa, vestida de flamenca, en un entorno local icónico». En este sentido, Hermida reflexionó insistiendo en que «el lenguaje debe ser universal, comprendido por todo el mundo», lo que «no quiere decir que el lenguaje de cartel sea tradicional o rancio». «Ahí está la labor del creador. Utilizar el tópico porque es reconocible, pero tratarlo de una manera distinta. Incluirle atrevimiento. Se renueva el lenguaje y no tiene por qué ser antiguo».

Ahondando en su obra, explicó que se ve a una mujer guapa vestida de flamenca asomándose a una fuente. «El tópico está pero el tratamiento no es igual». Se trata de una vista elevada que permite ver la fuente desde arriba y que el traje al elevarse sobre ella no produzca incongruencia. El traje rojo, que ocupa la mitad del cartel, se convierte en una especie de gran clavel, un motivo muy feriante. Debajo está «la fuente más bonita que tenemos en Alcalá, que es la del Duque». «Me parece una obra maestra y quiero reivindicarla también porque para los alcalareños no es un motivo verdaderamente icónico y quiero que lo sea». El agua sugiere los fuegos artificiales de la feria y «el tópico sigue estando ahí».

Javier Hermida concluyó agradeciendo a la delegada de Fiestas Mayores, Rocío Bastida, la elección como cartelista. También tuvo un especial agradecimiento hacia su mujer, Rosalía Romero, «por ser un apoyo incesante en todo este trayecto y un soporte radical tanto crítico como creativo y que me ha ayudado muchísimo a conseguir el objetivo».

El pregonero Paco Guillén aseguró que «el cartel es un espectáculo» y felicitó al pintor. «Solo los grandes artistas son capaces de plasmar en tan poco espacio algo tan grande como es nuestra feria». Guillén también agradeció su elección. «De pregones entiendo poco, pero sí de ventas después de 30 años vendiendo cerrojos. Espero que mi habilidad me ayude a venderos bien el espíritu de nuestra feria el próximo 23 de mayo en la caseta municipal». La presentadora será su hija, Raquel Guillén. La alcaldesa Ana Isabel Jiménez elogió el cartel por su «fuerza» y «alegría» que «nos pone en modo feria y deseando ponernos el traje de flamenca y pisar el albero». «Has conseguido impresionarnos» y «el cartel también nos lleva a los orígenes de nuestra feria en el Duque».

Licenciado en Periodismo. Actualmente La Voz de Alcalá, Sevilla Actualidad y En Andaluz. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.

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