Tribuna de Silvia Hermida Vázquez

Siempre he pensado que los ciudadanos somos responsables de los gobernantes que tenemos, a fin de cuentas, votamos la opción que nos parece más adecuada y según el resultado, así se forman los gobiernos. Mi padre solía decir que teníamos lo que nos merecíamos. 

Bueno, pues el tiempo me quita larazónamíyseladaamipadre. Es cierto que elegimos la papeleta del partido que mejor nos parece, o al que estamos afiliados, simpatizamos, por inercia o porque el contrario no nos gusta… Hay un sinfín de combinaciones posibles, pero el resultado no siempre es el que sale de las urnas. Luego llegan los cambalaches entre unos y otros, los trueques en función de los intereses y los ciudadanos ahí poco podemos decir, vamos nada, conformarnos.

¿Cuántas veces habremos votado a ese partido que cuando ha llegado al gobierno ha hecho justo lo contrario de lo que prometía y se ha olvidado de las promesas de campaña? ¿Y si hubiésemos sabido lo que iban hacer, les habríamos votado? Seguramente no, pero eso no ocurre nunca, nos engañan y lo vemos tan normal, tan cotidiano, que además lo justificamos con el: «si es que todos son iguales».

No, todos no son iguales, hay honrosas excepciones y yo conozco algunas. Personalmente creo que no debemos conformarnos, debemos ser más exigentes con los representantes públicos, porque ellos están ahí gracias a nosotros. No es un regalo, es un préstamo, tienen que cumplir con su obligación y gobernarnos, administrar nuestro patrimonio y rendir cuentas cuando su tiempo haya llegado a su fin. ¿Pero qué es eso de endeudarnos hasta los ojos y después marchase de rositas? Toman decisiones arbitrariamente porque saben que luego no van a tener ninguna consecuencia, nadie les va a pedir cuentas de su gestión. Y además se les vuelve a votar otra vez y las que haga falta, porque: «total, todos son iguales».

Nuestra ciudad está atravesando uno de los peores momentos de su historia, yo no recuerdo nuestro pueblo tan abandonado, tanto desánimo en la gente, tanto desempleo, tanta falta de iniciativa. Estamos en manos de un grupo de políticos sin nivel, sin preparación, sin ideas, no están capacitados, son políticos de partido, nada más, supeditados a la ideología del partido que los colocó en la lista electoral, sin criterios objetivos y gobernando de espaldas a la ciudadanía.

De la oposición no digo nada. En Alcalá hacer oposición siempre ha sido difícil, pero hubo una época en que se hizo una oposición muy decente, había personas con preparación, comprometidas y entregadas. Y se hicieron cosas muy importantes y Alcalá se situó en la parrilla de salida del área metropolitana. Pero eso se quedó en nada.

Han llegado otros tiempos y otras gentes, y se han olvidado de su compromiso, de sus obligaciones, de sus responsabilidades y en lugar de mejorar nuestras condiciones de vida, nos crean problemas continuamente en lugar de resolverlos. Y nosotros callados, a ver, que sí, que es verdad que tenemos lo que nos merecemos.

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1 comentario

  1. buenas noches completamente de acuerdo me da igual el partido que gobierne solo quiero que amen al pueblo y hagan de él una maravilla ya que no le falta de nada .. museo, parque natural, iglesias, río etc por dios a que esperamos los Álcalareños para exigir un pueblo que sea de envidia. ?? Gracias por tu escrito.