Estaba reticente a subir al Águila porque me esperaba lo peor. Más obras a mayor gloria del mandamás o mandamasa de turno sin tener en cuenta ni el entorno ni el patrimonio. Aunque los hormigones están aún frescos y la intervención aún no ha acabado, he de decir que, visto lo visto, que no hayan puesto un ascensor transparente con una estructura de óxido controlado, ya es un logro.

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Periodista del diario ABC desde 1989. Alumno becado por el Foreign Office en Londres, fue profesor de Opinión Pública en el Instituto Europeo de Estudios Superiores de Madrid