Rectificar

Dice refrán que rectificar es de sabios. ¿Rectificará Sánchez y abandonará la senda filo delictiva por la que camina, después de la patada en sálvese la parte propinada por el Alto Tribunal Constitucional? ¿Con ella, los españoles hemos visto un pequeño punto de luz en el negro y nauseabundo túnel en el que el aprendiz de petimetre nos ha metido? A la pregunta contestaré con un enérgico ¡No! Así sería si el susodicho patán tuviera caletre y sobre todo dignidad, palabras de las que estoy seguro desconoce su significado real.
Cuando Sánchez, hoy gran maestre de la felonía, apareció en la vida política nacional y dejó entrever sus aviesas intenciones, vino a mi memoria la manoseada ley de Murphy: «Si algo puede salir mal, saldrá mal». Lo que no alcancé a ver, es lógico pues no soy clarividente, que susceptiblemente podría ir a peor. Desgraciadamente así es.