Empiezan a cambiar las sensaciones, las imágenes, los sonidos, las conversaciones. Si no volvemos a hacer el idiota parece que se atisba el final del túnel en que nos ha metido el bicho jartible y algunos errores en la gestión del desastre (no era fácil). Se palpa alivio, expectativas, menos miedo, menos recelo.

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Licenciado en Filología Inglesa. Profesor en el I.E.S. Albero.