La sociedad civil se está levantando en las últimas semanas contra una gestión de lo público deficiente. Parecía que estaba dormida y amansada, pero en apenas una quincena ha habido en Alcalá al menos tres protestas por diferentes cuestiones. Un grupo de mujeres, madres con cargas familiares, se manifestaban en la puerta de Servicios Sociales solicitando que se revisen los contratos del Plan de Urgencia Municipal (PUM). Piden un trabajo para mantener a sus familias y transparencia en la baremación. Aseguran que en el Ayuntamiento se echan la pelota de unos a otros, mientras ellas buscan la forma de llevar un sueldo a casa.

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