Hace treinta años se produjo el atentado más grave de ETA perpetrado en Sevilla. El 28 de junio de 1991 estalló una bomba en la prisión Sevilla-1, causando cuatro muertos y treinta heridos. El aniversario de esta matanza ha pasado casi desapercibido en un contexto de blanqueamiento tanto de ETA como de Bildu.

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