Señor Sánchez, secretario general del PSOE, de usted opino que lo suyo es ser impenitente. Su fijación con el señor Rajoy y por ende con el PP, raya con lo patológico. Lo que a mi juicio perjudica a su partido, pues con su contumacia, a veces insultante, se olvida de los ciudadanos a los que debe decir si tiene algún programa de gobierno.

Sánchez, días pasados en televisión, aludía usted a la cultura y dignidad política.

Acláreme por favor ¿A qué cultura y dignidad política se refiere? ¿La suya? Lenguaraz cuando de las presuntas «fechorías» de otros se trata. Silenciosa cuando el barro salpica a su partido.

Usted, en los casos que presuntamente afectan a los suyos, se enroca y envuelve en la bandera de la presunción de inocencia, mientras que tozudamente la niega para sus adversarios.

Vuelvo a preguntarle: ¿acaso no es una burla a los españoles el hecho de que contumaz niegue su apoyo a los Presupuestos sin otro fundamento que «su no es no»?
¿Sabe cómo le veo políticamente? Pues cómo el abanderado de la más barata demagogia. Lo más parecido a un lobo revestido de piel de cordero. Sinceramente, no me fío de usted.

Podría seguir escribiendo sobre su cultura y dignidad política. Lo dejo ahí.

Señor Sánchez, con extrema frialdad le repito. ¡Váyase a su casa! No acabe de destruir su partido. España lo necesita, a usted no.

Señor Rajoy. Usted ha tenido el mundo en sus manos. Ha hecho gala de esa mentada cultura y dignidad política. ¡Pero…! Le han echado tanto barro encima que apenas si se le ven las barbas. Y ello, ante su inacción.

Consiguientemente de todo lo que pasa en el Partido Popular, como tal partido, es usted presuntamente culpable. A mi juicio lo es por hacer uso de un exceso de confianza, por su enfermizo «buenismo» y una manifiesta falta de vigilancia en los órganos y cargos del mismo.

El Partido Popular es hoy un náufrago. Sin un amigo que le lance un salvavidas y con muchos enemigos políticos y voceros que lo bombardean inmisericordemente y esbozan una sonrisa de satisfacción viéndole hundir.

A los dos hago saber: hoy España necesita a sus partidos limpios y libres de toda sospecha. Y ello sería posible renovándolos con caras nuevas, alejadas de mentiras, corruptelas y corrupciones. Jóvenes y suficientemente preparados.

(Continuará)

Sócrates (Alcalá) filósofo clásico griego considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo,...

Deja un comentario