carta al director

El 16 de marzo intenté asistir a las oficinas de la Tesorería de la Seguridad Social en la calle Orellana para solventar un tema de interés particular. Me encontré con la situación de que el personal allí presente no atiende a ningún ciudadano. Las consultas deben hacerse a través del vigilante jurado que hay en la puerta, el cual las traslada al personal que está dentro y vuelve a salir con la respuesta que le han dado. A mí en concreto me hicieron una anotación en un papel de manera manual. Ante esta situación, independientemente de mi indignación, creo que tanto yo como el resto de la ciudadanía deberíamos hacernos varias preguntas:

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