Dicen que no es bien nacido quien no es agradecido. Y creo que la palabra gracias se da y se recibe demasiado poco en nuestro día a día. Y no me refiero al habitual gesto de cortesía, sino al gesto sincero de mostrar gratitud.

Hace casi seis años, y ante la situación que avocaba al periódico a su desaparición, decidí hablar con gente en cuyo compromiso profesional y capacidad de trabajo confiaba para intentar lo que parecía imposible: evitar el cierre de un periódico impreso en plena era de internet. Mentiría si no reconociera que más de uno me dijo que aquello era una locura, que no saldría bien y que no había futuro. Y no sé muy bien si fue un empeño personal, un reto profesional o un gesto de orgullo alcalareño, pero lo tuve claro: había que intentar salvar La Voz de Alcalá.

Tiramos pa’lante y aquí estoy, seis años después, queriendo dar las gracias a los que han hecho posible que hoy yo pueda decir hasta luego, con casi todo ya resuelto.
Como trasladé hace unos días al resto de la Junta Directiva de ALPA y a la Asamblea de Socios, dejo la Presidencia porque afronto nuevos retos personales y profesionales y porque, en gran medida, aquellos objetivos marcados en 2017 han sido conseguidos y debo decir que con creces. Esto ha sido posible no solo gracias a mañanas, tardes y noches de trabajo, sino también por el apoyo y el respaldo que siempre he tenido de este equipo que seguirá al frente del periódico.

«El gracias más importante es a todas las socias y socios de ALPA, porque son quienes hacen posible que el periódico esté vivo»

Del gran Enrique Sánchez, cuyo apoyo y ayuda siempre han estado. De Joaquín Ordóñez y José Carlos Roldán, entre otros, que no dudaron en formar una directiva de transición. De los colaboradores que, de forma altruista, siguen haciendo posible que la calidad de esta cabecera esté por encima de periódicos de mucho mayor tamaño. Y, sin duda, el gracias más importante es a todas las socias y socios de ALPA, porque son ellos quienes hacen posible con su compromiso que el periódico esté vivo, tenga un equipo de nivel y se haya convertido en una cantera de jóvenes periodistas. Gracias a la empresas, organizaciones, centros educativos e instituciones por seguir confiando en La Voz de Alcalá y en el trabajo riguroso que cada día se hace lo mejor posible.

Y gracias, sobre todo, a mi familia y amigos. Ellos y ellas, que han perdonado cada retraso, que han ayudado en cada tarea, que han sabido entender mis ausencias y, aun así, siempre han estado ahí. Y a mi abuela, que lo vió y participó. Si hoy puedo decir que cedo el testigo con tranquilidad y alegría es porque el periódico se queda con un equipo de profesionales que hacen que todo salga a diario. No sin sacrificio, eso sí, porque esto del periodismo y la comunicación no es sencillo, por más cómodo que pueda parecer desde fuera.

Desde ahora, dos de mis compañeros en esta aventura toman protagonismo al frente de La Voz porque los objetivos se han cumplido. Por eso, después de todo este tiempo, solo puedo decir gracias una vez más.

Licenciado en Periodismo y Máster en Sociedad, Administración y Política, puso en marcha el 'Proyecto Deguadaíra', germen de Sevilla Actualidad. Ha pasado por El Correo de Andalucía, Radio Sevilla-Cadena...

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