El trato que está recibiendo el CEPER Diamantino García Acosta es absolutamente vejatorio. En diciembre de 2019, el centro tuvo que apuntalar el salón de actos, que quedó inutilizado hasta el día de hoy. La comunidad educativa pedía el arreglo inmediato por el peligro de derrumbe, pero sus deseos no fueron satisfechos. Lejos de mejorar las condiciones, estas han ido empeorando progresivamente. En marzo de 2020, el alumnado, liderado por la incombustible Isabel Cáceres, se manifestó en la puerta del centro reivindicando soluciones. También protestaron en el Pleno.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio. Si ya lo eres y aún no tienes claves pídelas a socios@lavozdealcala.com

Si ya eres socio inicia sesión