Benito Valdés Castrillón es catedrático emérito de Botánica de la Universidad de Sevilla. Hace un par de meses visitó el periódico para entregar una carta en la que señalaba un magnífico trabajo publicado en el número 87 de la revista del Colegio de Aparejadores de Sevilla sobre el crítico estado en que se encuentra la casa que construyó Juan Talavera Heredia para su uso personal en la calle Bailén de Alcalá. Denuncia además la desaparición de buena parte del primitivo jardín y anima a que sea incluido en la serie Abandonos, mentiras y propaganda para hacer recapacitar a las autoridades municipales, entre cuyas obligaciones debería ser prioritaria la de evitar la pérdida de patrimonio.

El trabajo, titulado La singular vivienda de Juan Talavera Heredia en Alcalá de Guadaíra, fue publicado en noviembre de 2020 y está firmado por Rocío Paneque Sánchez-Toscano, máster en Patrimonio Artístico Andaluz. En él repasa la vida y obra del arquitecto así como la descripción e historia de la casa hasta la actualidad. Juan Talavera Heredia fue una de las principales figuras de la arquitectura de las primeras décadas del siglo XX en Sevilla, época en la que se le encargaron diversas obras en Alcalá, en su mayoría de carácter municipal, pero también edificaciones particulares, como Villa Esperanza en la Cuesta de Santa María, o asistencial, como el reformatorio que promovió el Tribunal Tutelar de Menores de Sevilla. Ya jubilado, proyectó una casa en la calle Bailén.

El estudio publicado por Rocío Paneque, cita a Alberto Villar Movellán y asegura que «se trata de una vivienda unifamiliar que sitúa antes de 1945». «Posteriormente se convirtió en hostal y más tarde en una casa de retiro y espiritualidad de la orden claretiana […]. Otros autores, ante la ausencia de fuentes documentales, no suscriben tal afirmación».
Sin embargo, continúa explicando el estudio, «los documentos inéditos confirman que originariamente perteneció a Talavera Heredia y precisan su cronología. La edificación todavía se conserva, pero ha perdido buena parte de su fábrica[…]. Iniciamos nuestro estudio con un análisis formal de la edificación a partir de las planimetrías, de fotografías antiguas e imágenes recientes de lo que aún se conserva de la vivienda. Por la sencillez del alzado principal a la calle Bailén y su estado de ruina, puede pasar inadvertida como una de las obras de Talavera en Alcalá. Pero también, conociendo su autoría y ateniéndonos únicamente al diseño de la fachada, podría decepcionar si se compara con otros trabajos del arquitecto en la localidad o en la capital hispalense».

Rocío Paneque
La historiadora denuncia en un estudio que «desgraciadamente el estado actual del edificio es lamentable»

«La casa unifamiliar de la calle Bailén número 10 duplicado, actualmente números 10-14, es quizás una de las obras menos conocidas del autor en Alcalá. Hasta el momento, y salvo nuevos hallazgos documentales, fue la última que proyectó en esta localidad. En el Archivo Municipal alcalareño hemos localizado una valiosa información que facilita el estudio de un edificio que ha sufrido considerables pérdidas materiales», explica el trabajo de Paneque.
Asimismo, continúa aclarando que «la calle Bailén, en la que se emplaza esta vivienda, fue llamada Corral del Concejo hasta 1920. Era una calle pequeña, que en el último tercio del siglo XIX y las dos primeras décadas del XX se convirtió en una de las más largas de Alcalá». «Se trata de una casa entre medianeras de dos plantas. La fachada principal, se orienta al norte, mientras que la trasera mira al sur, donde está limitada por un marcado terraplén a cuyo pie discurre la actual avenida Tren de los Panaderos».

«El edificio se levanta sobre un solar prácticamente rectangular en el que destaca un espacioso jardín y dos zonas destinadas a vivienda en las crujías norte y este. El jardín, que podríamos también considerar como un gran patio ajardinado, se estructura a partir de un eje longitudinal y otro transversal que originan cuatro arriates encintados por setos. De los alzados interiores no existen planos. Se conservan algunas imágenes del estado del edificio en la década de 1970, cuando aún funcionaba como hostal. En la galería de la planta alta se habilitaron habitaciones cuando la edificación se adaptó a hostal; así parecen confirmarlo las persianas que cierran los balcones. Se mantienen en pie únicamente las crujías norte y este. En el alzado de ambas, al igual que en la fachada principal, hay algunas ventanas con frontón y rejas voladas».

Lamentable estado actual

La autora del trabajo manifiesta que «desgraciadamente, el estado actual del edificio es lamentable. La extracción de albero del talud ha provocado el hundimiento de gran parte de la construcción. Han desaparecido prácticamente el solar que ocupó el jardín y en su totalidad la pérgola, el corral y la terraza inferior que constituía el límite del inmueble. Mención aparte merecen los dos elementos más interesantes de la vivienda: el estanque o alberca y la posible columna exenta, si es que se trata de una columna el enigmático elemento que muestra la planimetría delante de la fuente del jardín».

Escudo de Alcalá

El artículo publicado por Rocío Paneque destaca que «resulta notorio que el aspecto exterior de la vivienda persigue que pase inadvertida para el transeúnte que recorre la calle Bailén. Por el contrario, intencionadamente se ocultan dentro de los muros de la casa dos elementos que por su naturaleza debían mostrarse al exterior. Ambos nos sugieren diversas interpretaciones que merecen un reposado análisis. El primero de ellos es el escudo de la ciudad. Talavera lo saca de la calle, de la portada donde esperaríamos encontrarlo, y lo coloca puertas adentro, en un trozo de muro frente al garaje, que solo se puede contemplar desde el apeadero.

Escudo de Alcalá
Talavera lo coloca en el interior de la vivienda, esculpido en piedra, y se puede observar desde el apeadero

Está esculpido en piedra y revela una primorosa ejecución. Por otro lado, llama poderosamente la atención la presencia de este escudo en una obra de carácter privado cuando lo común es que el blasón de una ciudad acompañe a los edificios públicos, tal como efectivamente ocurre en alguna de las obras que el propio arquitecto pergeñó en la localidad, como la Casa Cuartel de la Guardia Civil. La voluntad de Talavera de incluirlo dentro de su vivienda quizás haya que relacionarla con un sentimiento de agradecimiento, cercanía o especial predilección por una ciudad en la que el arquitecto dejó numerosas obras y a la que sin duda profesó gran cariño»

El padre de Talavera

Otro de los detalles interesantes del estudio incide en la vida del arquitecto. Según Villar Movellán, había nacido en Sevilla el 29 de diciembre de 1880 y fue bautizado en la parroquia de San Vicente Mártir. «Por tanto, no resultaría extraño que su padre, Juan Talavera de la Vega, también arquitecto, hubiera tenido una residencia en Alcalá o que al menos hubiera elegido a esta ciudad como destino para el descanso estival en alguna ocasión.

Además, no olvidemos que el nombre de Talavera de la Vega está vinculado profesionalmente con Alcalá por las obras que realizó en la torre de la iglesia de Santiago el Mayor en el año 1892. Así lo recuerda aún una inscripción situada en su alzado oeste». La vida no le dio la oportunidad de disfrutar de un proyecto y de una ciudad en la que, como el propio arquitecto comentó en alguna ocasión a Vicente Romero Muñoz, que lo conoció personalmente, «dejó lo mejor de su estilo y girones de su alma».

Director de La Voz de Alcalá desde 2000. Fotoperiodista de la Agencia EFE y diversos medios como ABC, El Correo de Andalucía y la revista Triunfo.

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