Este sábado 30 de enero falleció en Sevilla, a los 84 años de edad, José Martín Casillas, socio fundador junto a sus cuatro hermanos, Manuel, Antonio, Juan y Rafael, de la constructora Martín Casillas, creada en 1965.

Comprometido desde sus inicios con la empresa familiar, en 1992 fue nombrado Consejero Delegado, cargo que a partir de 2003 compatibiliza con el de presidente del Consejo de Administración de la compañía. Con la constitución en 2005 de Grupo Martín Casillas se convierte asimismo en presidente del mismo, hasta que el 24 de abril de 2008 deja el cargo para convertirse, hasta el día de su fallecimiento, en Presidente de Honor.

Bajo su liderazgo, Martín Casillas se convirtió en una de las empresas de referencia en su sector en Andalucía. Como reza su eslogan, supo ‘construir confianza’ tanto hacia el exterior como internamente, dentro de una organización donde hoy los directivos y empleados le recuerdan como un empresario hecho a sí mismo, honesto, justo y muy trabajador, siempre dispuesto para tender una mano a quien lo necesitase o dar solución rápida a cualquier contratiempo que se presentase.

Estando al frente de MC, la compañía acometió la mayor parte de sus obras más emblemáticas tanto en Andalucía como específicamente en Sevilla, provincia con la que su vinculación ha sido siempre particularmente estrecha y donde de hecho se localiza su sede central, en el municipio de Alcalá de Guadaíra. Intervenciones como el nudo de la Gota de Leche, las peatonalizaciones de Tetuán y Sierpes o la recuperación del canal del Arroyo Miraflores hablan por sí solas de los estrechos lazos que unen a la constructora con Sevilla. Lo anterior sin olvidar las tareas de conservación realizadas durante décadas para la Gerencia de Urbanismo o para Emasesa, o el mantenimiento del recinto de la Feria de Abril.

Como empresario fue además valiente y supo ver la oportunidad para diversificar la actividad en los momentos precisos. La incursión de la compañía en la construcción y explotación de aparcamientos fue fruto de esa visión de futuro. Así, a finales de los 90 se abría esta vía de negocio con el Parking Plaza de Cuba en la capital hispalense, al que siguieron en 2004 los estacionamientos de Avenida de Roma, también en Sevilla, y Varela en Cádiz. A día de hoy, la firma continúa su apuesta por la diversificación.

Durante su larga trayectoria en la organización familiar, siempre tuvo claro que la vocación de la misma debía ser vertebrar territorios y crear ciudad. Con esa convicción, volcaba todas sus energías en generar confianza en torno al nombre de Martín Casillas, con prudencia, rigor y firmeza, siempre desde la generosidad y la humanidad que destacan de él quienes le conocieron.

Don José -como nos gustaba llamarle en la empresa- ha dejado un gran vacío en nuestra Casa, pero sus valores se han quedado marcados para siempre en el ADN de Martín Casillas. Su integridad, su esfuerzo y su compromiso con la compañía, sus empleados y sus clientes, anteponiendo siempre el bien colectivo al propio, son y seguirán siendo el espejo en el que mirarnos.

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