El alcalareño Juan Alarcón falleció este pasado lunes a los 76 años. Fue hombre de confianza de Felipe González tanto en la clandestinidad como en Democracia. Vivía en Alcalá de Guadaíra, donde ha muerto víctima de un cáncer.

Mantenía una relación de amistad con el expresidente del Gobierno desde jóvenes, lo que le llevó a ser uno de sus hombres más leales e incluso su chófer. Era una persona versátil y polivalente. El periodista alcalareño, Romualdo Maestre, señalaba en el obituario de ABC que Alarcón tenía en su casa la imprenta del aparato de propaganda del partido en los últimos estertores de la dictadura» y nunca lo pillaron.

Juan Alarcón también trabajó en la delegación de El País en Andalucía, donde conoció a Pablo Julia que lo recordaba en las páginas de este diario tras su fallecimiento: «Me sorprendió su capacidad de ser muchos personajes a la vez: podía arreglar una tubería, conducir un coche con los pies, diseñar una casa, hacer una fotografía que saliera en primera de este diario, corregir un discurso a Felipe González o, por culpa de este, equivocar al mundo creyendo todos que era un intelectual en el equipo del presidente del Gobierno». Suya era la fotografía de la portada de El País del pabellón de los Descubrimientos de la Exposición Universal del 92. El disparo lo realizó desde la redacción en el Edificio Cristina de Sevilla.

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1 comentario

  1. Una persona que hizo tanto por la democracia, y que ha señalado con orgullo el municipio de Alcalá de Guadaira en el mapa a nivel nacional, ya podría tener una calle con su nombre, o quizás mejor aún, que le arreglen la suya (Calle Pinsapo), la cual tuvo que literalmente sufrir durante su último año de vida los infernales desperfectos que tiene y que no son arreglados por quien tiene la competencia para ello, y que ahora su viuda (y mi madre) sigue vergonzósamente padeciendo.