Las asociaciones “Parque Vivo del Guadaíra”, Plataforma Cívica “Salvemos el Guadaíra”, “Bermejales Activa” y grupo ecologista Alwadi-ira “Ecologistas en Acción” denuncian “los vertidos y quemas incontroladas” en el entorno de Palmete y Padre Pío, la EDAR de Ranilla y la Universidad Pablo de Olavide.

Según informan en un comunicado, miembros de estas asociaciones recorrieron a pie el pasado 5 de agosto esta zona. A lo largo del itinerario por este tramo de la margen derecha del río Guadaíra, pudieron constatar “la degradación de este espacio”, donde confluyen los términos municipales de Sevilla y Alcalá de Guadaíra. Durante el recorrido, pudieron observar “los vertidos de escombros y de todo tipo de residuos, algunos de ellos peligrosos como aceites usados, que en general son el denominador común de este territorio, incluso a ambos lados de la carretera que conduce a la EDAR de “Ranilla””.

Las asociaciones denuncian que la contaminación del suelo “es notoria e intensa”, algo que afecta también a la ribera del río y a su Dominio Público Hidráulico, dado que algunos de estos vertidos se encuentran muy próximos al cauce, en zona de policía e incluso de servidumbre. En determinados enclaves han observado los puntos concretos donde se realizan las quemas de residuos de forma sistemática y periódica. “A todo ese entorno inhóspito hay que añadir construcciones ilegales de ínfima salubridad, destinadas tanto para personas como para ganado equino principalmente”, denuncian.

Como contrapuntos positivos, destacan, “caben mencionarse el aporte importante de agua depurada de la estación de “Ranilla” al río Guadaíra, que incrementa notablemente su caudal y la calidad del mismo y el buen estado del “Parque Guadaíra”, que se extiende al otro lado del ferrocarril (bifurcación Tamarguillo – La Salud)”.

Los integrantes de estas asociaciones manifiestan que esta zona “requiere una intervención urgente por parte de las Administraciones y organismos competentes. La contaminación del suelo, del agua y del aire son insoportables e insostenibles. Esta situación problemática es un botón de muestra más de que el Programa Coordinado de Recuperación y Mejora del río Guadaíra se cerró en falso dado que quedan por realizar muchas obras que estaban contempladas en el mismo”, afirman.

Desde estas cuatro organizaciones solicitan la restitución de la legalidad urbanística poniendo fin a las ocupaciones ilegales, la conectividad tanto en el margen derecho como el izquierdo en el tramo comprendido entre el canal de “Los Presos”, y el “Parque Guadaíra”, algo que lograría el tránsito de senderistas, ciclistas y ciudadanos por la ribera y se eliminaría el abandono, la marginación, la inseguridad y las construcciones ilegales, y  además, la regeneración del suelo erradicando los abundantes vertederos existentes actualmente.

“A estas dos medidas habría que añadir la reforestación de la ribera en el tramo citado y la recuperación del patrimonio ligado al río, donde se encuentran los restos del puente romano de la Horodada. Con estas medidas se lograría transformar este espacio y significaría un avance dentro de la Emergencia Climática en la que estamos inmersos”, concluyen.

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