Ha fallecido José García Pérez, Chato, el último arriero de Alcalá. Muy conocido por su singular trabajo: portear con sus seis borricos por las cuestas de Alcalá. Con sus animales era capaz de cargar hasta mil kilos. El Chato estaba muy vinculado a la Hermandad de Jesús.

José fue el último arriero de Alcalá. Gestionando un transporte genuino y auténtico en nuestro pueblo, con sus mulos de carga. Acompañado siempre en los últimos años por su hijo José Antonio, tristemente fallecido hace escasos años. Una tradición de Alcalá perdida con los últimos años de José.

Fue hermano y devoto de Jesús Nazareno. Permaneció como diputado de tramo en la Hermandad. Cuenta la Hermandad que sufrió un infarto hace cinco años en plena subida al Calvario y permaneció en pie en la cuesta del Calvario esperando a la ambulancia donde no quiso subir. “Siempre será el eterno diputado del primer tramo de Jesús. Cuantos crecimos en el junto a su decidida y resolutiva forma de organizar la penitencia. Ahí José fue y será único”, recuerdan.

Fiel devoto de María Santísima del Socorro, alcanzó su plenitud en la madrugada del Viernes Santo de 2009, cuando el Diputado Mayor de entonces, Alejandro Navarro De la Fuente le otorgó el privilegio de ser fiscal de nazarenos. Pudo por fin disfrutar del paso de Nuestra Madre del Socorro después de tantos años pegado a la Cruz de Guía.

Hombre de Alcalá, siempre en los cultos, fiel a nuestra Hermandad, devoto hasta la extenuación de nuestros Titulares, humilde y sencillo, trabajador incansable, hizo de la cuaresma y Semana Santa el “Santo y Seña de su vida”.

 

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