Un alumno de la Universidad Popular se ha tenido que dar de baja por no poder acceder en silla de ruedas al aula de pintura.

El ascensor de la Casa de la Cultura está fuera de servicio desde hace al menos un mes y medio. Antes de las fiestas navideñas ya no funcionaba, generando un grave problema de accesibilidad en el edificio. Concretamente, a las plantas segunda y tercera, donde se imparten los talleres de la Universidad Popular como guitarra o pintura. Ahora solo se puede acceder por las escaleras, perjudicado a los alumnos con movilidad reducida. Además, no existe ningún cartel que informe a los usuarios de la avería del ascensor.

Es el caso de Manuel Alfonso Salguero García, alumno del taller de pintura desde hace cinco años, y que debido a la imposibilidad de acceder ha tenido que darse de baja. Manuel no es el único alumno con problemas de movilidad reducida y son varios los alumnos perjudicados. No es la primera vez que se estropea el ascensor de la Casa de la Cultura. En otra ocasión estuvo varios meses sin funcionar.

A la espera del nuevo presupuesto

El Ayuntamiento ha asegurado a La Voz de Alcalá que «se trata de una rotura compleja y costosa» y que «se ha iniciado el trámite para su reparación con cargo al nuevo presupuesto». El presupuesto municipal se encuentra en fase de alegaciones y, tras la dimisión del concejal de Deportes, el equipo de gobierno no tiene la mayoría absoluta para aprobarlo. Esto podría demorar su aprobación y, por lo tanto, el arreglo del ascensor. «Me han dicho que la cosa va para largo, ya que hay problemas de presupuesto. Me aconsejaron con buenas intenciones que me diera de baja para no pagar la cuota inútilmente», cuenta Manuel.

Denuncia de Alcalá Accesible

La asociación Alcalá Accesible ha presentado un escrito en el Ayuntamiento dirigido a la alcaldesa Ana Isabel Jiménez, al responsable de la gerencia de Servicios Urbanos, José Antonio Montero, y a la delegada de Accesibilidad, María José Morilla Cabeza. En él denuncian los hechos y solicitan el arreglo urgente del ascensor. Como medida provisional, proponen la adecuación de una sala en la primera planta para que los alumnos del taller de pintura puedan seguir acudiendo a sus clases con normalidad hasta que se solucione el problema.

«Espero que esto se arregle pronto ya que no somos ciudadanos de segunda clase y tenemos nuestros derechos, como también nuestras obligaciones. Solo quiero respeto y poder volver a mis clases de oleo en la que dejé un cuadro a medio terminar», termina Manuel en su escrito.

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