El Pinar de Piedra Hincada apareció ayer lleno de cruces y con una esquela. Esta acción anónima es una protesta por el arboricidio que sufrió esta finca en febrero de este año con la tala de casi un millar de ejemplares de pino. La esquela denunciaba la política medioambiental del Ayuntamiento y rogaba una reforestación. 

El espacio de pinares se encuentra dentro de una propiedad privada y contó con el permiso de Medio Ambiente de la Junta para la realización de estos trabajos. Este espacio está clasificado como de interés forestal recreativo en el actual Plan General de Ordenación Urbana de Alcalá y necesita de autorizaciones y licencias del Ayuntamiento para efectuar cualquier tipo de labor dentro del mismo. Además, no cabe la recalificación del espacio. Según el Ayuntamiento se trató de una medida de protección por parte de los propietarios que desean conservar en mejores condiciones las más de 20 hectáreas de pinares de las 70 que tiene toda la finca.

El pinar contaba 1.458 pinos piñoneros y representa el gran pulmón de la zona noreste de Alcalá de Guadaíra. Los ecologistas insisten en la importancia de estos árboles por la gran función de absorción de CO2 que realizan.

Del mismo modo, se expuso la importancia de la conservación del pinar con el fin de preservar su biodiversidad. La zona tiene un gran valor  para las numerosas aves que lo habitan o lo utilizan como lugar de tránsito así como el valor patrimonial y sentimental que supone este enclave para los vecinos y ciudadanos en general.

Licenciado en Periodismo. Actualmente La Voz de Alcalá, Sevilla Actualidad y En Andaluz. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.

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