El Juzgado de lo Penal número 7 ha condenado a 12 meses de prisión a tres vecinos de Alcalá de Guadaíra por delitos de maltrato animal. Los acusados amputaron las colas de varios perros sin asistencia veterinaria y en condiciones insalubres y amenazaron con sacrificarlos si la protectora no se hacía cargo de ellos. Además, deberán superar un programa formativo en protección animal para evitar su entrada en prisión.

Los hechos juzgados en Sevilla arrancaron antes, el 8 de diciembre de 2015, cuando un vecino contactó con una voluntaria de la asociación protectora de animales ‘Proyecto Noa’, instándole a recoger a los cachorros que le “sobraban” de una camada de su perra, bajo amenaza de “sacrificarlos” si no se los llevaban en menos de 24 horas.

Cuando los miembros de la protectora acudieron a la finca de la persona que había llamado y sus padres, encontraron a una perra recién parida, rodeada de suciedad, sangre y excrementos, junto con ocho cachorros, a los que los tres acusados habían amputado las colas, sin la intervención de veterinario y sin los más mínimos conocimientos de asepsia y cirugía.

Los cachorros se encontraban moribundos y con hipotermia y, a consecuencia de la amputación, tenían expuestas sus últimas vértebras. Ante el terrible estado de los animales, la protectora se ofreció a llevárselos a todos e ingresarlos en una clínica veterinaria, corriendo incluso con los gastos, hasta que se recuperaran. Sin embargo, el acusado y sus progenitores se negaron a entregar a cuatro de los ocho cachorros, pues según ellos ya los tenían “apalabrados”.

Un año de prisión y tres de inhabilitación

De los cuatro cachorros que pudieron ser rescatados, sólo dos sobrevivieron, requiriendo cuidados veterinarios intensivos para redimir la infección y la hipotermia. De los cuatro que se quedaron en la finca, murieron todos, sin recibir ningún tipo de asistencia veterinaria.

Los hechos fueron puestos en conocimiento de la autoridad, que abrió diligencias por maltrato animal contra los tres denunciados, dando como resultado la condena por conformidad de los tres acusados por delitos de maltrato animal. Los tres vecinos han sido condenados a 12 meses de prisión, 3 años de inhabilitación para profesión, oficio o comercio con animales y para la tenencia de animales, así como al pago de 100 euros en concepto de responsabilidad civil y de las costas.

La letrada de la acusación, Lorena Lozano, recuerda que la amputación de orejas y rabo por motivos estéticos o no clínicos está expresamente prohibida y que, en los contadísimos casos en los que clínicamente se recomienda, debe ser realizada siempre por facultativos, con un control preoperatorio que establezca el riesgo anestésico del animal y permita elegir la técnica más conveniente y segura para cada caso, con un sistema de anestesia inhalatoria junto con equipos de monitorización que registren la evolución de las constantes del paciente durante el acto quirúrgico, además de intubación endotraqueal, vía de acceso venoso y uso de material estéril, a fin de poder controlar cualquier complicación.

“Nada de esto se utilizó en este caso, dando como resultado la muerte tras terribles padecimientos de seis de los ocho cachorros y la supervivencia, aún con secuelas de por vida, de dos de ellos gracias a la intervención de la protectora”. La letrada afirma que los ahora condenados han mostrado “un absoluto desprecio por la vida y el bienestar animal y por lo tanto, además de la condena, no se les debe permitir la tenencia de animales hasta que no demuestren un mínimo de empatía hacia el sufrimiento ajeno”.

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