Julio Pérez, consejero de Administraciones Públicas de Canarias, ha confirmado este sábado 25 de diciembre y día de Navidad, que «la erupción ha terminado», tras reunirse con el comité científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pelvoca). En dicha reunión se ha comprobado que, tras diez días de inactividad, el volcán de La Palma no ha registrado actividad. «Alivio», es lo que ha expresado el consejero que han sentido tras 85 largos días de actividad volcánica.

La erupción empezaba el pasado 19 de septiembre, cuando las altas temperaturas aún acechaban el municipio. La expulsión de lava y de gases ha durado hasta el 13 de diciembre, «casi en invierno» ha dicho el consejero, momento en el que la señal de tremor se detuvo. «Un otoño volcánico, literalmente» es lo que han pasado los habitantes de La Palma, tal y como ha dicho el consejero en su discurso. En él ha recalcado que este cese de «goteo diario de destrucción» dará pie a la reconstrucción de la isla de La Palma.

Las palabras de agradecimiento y «satisfacción» no han faltado al referirse a todo el equipo humano que ha conseguido hacer más llevadera esta situación, pese a su dimensión, «probablemente la más grande de las catástrofes de Protección Civil de España en los últimos tiempos».

Pérez ha recordado que el fin de la erupción no es el fin de la emergencia y que «los riesgos y los peligros subsisten», ha aclarado. La emisión de gases, la temperatura de la lava o los siniestros, se pueden seguir repitiendo durante algunos días más, aunque la erupción ya ha concluido.

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