Si se alcanza el límite de 664 hospitalizados en la provinica de Sevilla, con 100 de ellos en UCI, cambiaría la situación asistencial drásticamente. Así lo ha planteado la Junta de Andalucía en un plan que prevé la frontera de los 3000 hospitalizados en la comunidad.

Según han señalado, en Sevilla, con el 22,1% de los ingresos, se contempla el citado escenario de 664 hospitalizaciones, de lo que 100 serían pacientes en UCI. Sin embargo, desde la Junta han señalado que en este caso no sería necesaria aún la activación de los planes de contingencia específicos de los distintos centros asistenciales, ya que todas las provincias estarían preparadas para asumir la carga de los 3000 hospitalizados previstos sin necesidad de activar recursos asistenciales extraordinarios.

Planificación a nivel andaluz

En líneas generales, este plan funcional contempla la adaptación de la gestión asistencial, para lo que se propone la definición de una reserva de camas de hospitalización, observación, unidades de recuperación postanestésica y UCI, con el fin de tener operativas la mayor cantidad de unidades disponibles, así como de respiradores.

También se prevé la adecuación progresiva de la actividad asistencial; la suspensión de todas las cirugías no oncológicas que necesiten UCI, reservando su disponibilidad para pacientes afectados por Covid-19; la disminución, aplazamiento o suspensión de la cirugía menor ambulatoria en función de la situación epidémica local, y el aplazamiento o suspensión de todas las consultas de revisión no oncológicas, así como de pruebas diagnósticas en pacientes no oncológicos.

Por su parte, se mantendrían todas las revisiones oncológicas, al igual que las consultas, pruebas diagnósticas y/o tratamientos de esta índole. De igual modo, se mantendrían las primeras visitas y pruebas de primer diagnóstico de patologías potencialmente graves y del seguimiento del embarazo, y se potenciarían las consultas en acto único.

Igualmente, se mantendrían totalmente operativas las consultas y cirugías de urgencias y partos y la actividad relacionada con trasplantes, transfusiones o cualquier seguimiento de patologías que requiera soporte especializado.

Emergencias sanitarias

Este Plan también contempla el mantenimiento de la actividad total de los servicios de EPES y Salud Responde. La gestión de las ambulancias privadas quedará bajo la coordinación de EPES.

En el caso de la Atención Primaria, se mantendría la actividad, incluida la relacionada con el calendario vacunal, con preferencia a los servicios de urgencias, los equipos móviles y los avisos domiciliarios. En este ámbito se potenciará la teleconsulta y la telemedicina.

En el ámbito de la gerencia, se podrían incorporar al trabajo los liberados sindicales que así lo soliciten. Al igual que en la situación actual, se continuará con la restricción de visitas a un único familiar y se establecerán medidas de acompañamiento de los pacientes en situaciones de final de vida, así como partos, menores y discapacidad.

Por último, el Plan contempla la posibilidad de retomar medidas tomadas para la evacuación de pacientes a otros hospitales privados o instalaciones habilitadas en los casos en los que la situación epidemiológica lo justifique. En este sentido, también se contempla el posible uso de instalaciones externas al hospital para atender a pacientes con sintomatología leve conforme se vayan dando de alta los hospitalizados.

Todas estas medidas asistenciales relacionadas serán de idéntica aplicación para la actividad sanitaria privada y estarán coordinadas por las delegaciones territoriales de Salud y Familias a través de las mesas de seguimiento provinciales.

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