El vandalismo no cesa ni se procura erradicar. Esta papelera situada en la calle Nuestra Señora del Águila, junto a la puerta del convento de las Clarisas, está arrancada del soporte. Como curiosidad adicional, en ella había unos bocadillos envueltos en su envase correspondiente, como señal de haberlos desechado. Ignoramos si se ha dado parte.

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