Esta panorámica de La Plazuela evidencia la falta de un proyecto de ciudad. Lva

Recordando el agradable paseo con mi viejo amigo por el Parque, saqué algunas conclusiones. Di vueltas a la idea que jamás había pasado por mi cabeza hasta ese momento: pudiera ser que el Parque de Oromana no fuera para nuestros munícipes lo que parece. Quería lo peor, más que un estímulo para la imaginación, se haya convertido en una pesadilla para lograr ese modelo de ciudad que enamore a los alcalareños del s. XXI, como ocurrió en la década de 1920, con el Alcalá que Pedro Gutiérrez configuró para la Exposición del 29.

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Francisco López Pérez, maestro de Educación Primaria, licenciado en Geografía e Historia, colaborador habitual en la presa local alcalareña.