Quiosco Garrigós en 1953. Lva

Las casetillas de lona de los calentitos tenían una consideración particular: no eran quioscos, sino puestos. Tal vez por su provisionalidad, pues se montaban cada mañana muy temprano, y se desmontaban al terminar la venta. Los soldaditos de Pavía y la papas fritas de por la tarde se freían bajo el techo de la plaza de las hortalizas.

CONTENIDO EXCLUSIVO

Hazte socio por sólo 3 euros al mes. Si eres socio y aún no tienes claves pídelas a socios@lavozdealcala.com.

Si ya eres socio inicia sesión

Francisco López Pérez, maestro de Educación Primaria, licenciado en Geografía e Historia, colaborador habitual en la presa local alcalareña.