Todavía al inicio del siglo XXI, el espacio comprendido por la finca rústica Los Cercadillos estaba dividido en varios sectores. En uno de ellos se encontraba la conocida popularmente por la Huerta del Encuerón, y en otro, justamente encima del la zona excavada por los arqueólogos, estuvo durante décadas el basurero municipal, más conocido por el «monterrey».