De la mano de Álvaro Cabezas y con los recuerdos de Paloma Voselle, hija del pintor Romero Ressendi, el ciclo de divulgación patrimonial “Paseando por Alcalá” ha celebrado un nuevo encuentro para recorrer los lugares vividos por el gran artista con motivo del centenario de su nacimiento.

Paseando por la Alcalá de Ressendi ha sido la nueva ruta para seguir ahondando en las singularidades de la arquitectura, tradiciones, figuras populares y artísticas y en definitiva del patrimonio material e inmaterial que han conformado la historia local de un pueblo que hoy es una gran ciudad.

El doctor en Historia del Arte y profesor en el Instituto de Educación Secundaria “Albero” de la localidad, Álvaro Cabeza, con su conocimiento profundo de la obra pictórica de Baldomero Romero Ressendi ha trazado un recorrido por los rincones urbanos y rurales de Alcalá que, tanto por motivos sentimentales como profesionales, hicieron que el pintor la eligiera para desarrollar una parte muy importante de su trayectoria artística.

Hija del artista

Junto a él, Paloma Voselle, hija del artista, completaba el retrato de vivencias, recuerdos y personas que formaron parte del día a día del pintor y que en algunos casos pasaron a ser inmortalizados en los cuadros de Ressendi.

De esta forma, el binomio de los conductores de este “Paseo por la Alcalá de Ressendi” ha logrado captar el interés del público que ha participado y con el que de nuevo se vuelve a constatar, en palabras de la delegada de Patrimonio Ángeles Ballesteros, “que es uno de los eventos más queridos y esperados por el público cada otoño no solo por ahondar en los elementos arquitectónicos y artísticos del municipio, sino por poner el acento en las singularidades de las tradiciones locales y culturales que a veces pasan inadvertidas”.

Ressendi

Baldomero Romero Ressendi nació en Sevilla, el 20 de enero de 1922, y falleció en Madrid el 11 de abril de 1977. Residió durante una etapa de su vida en Alcalá de Guadaíra, teniendo su estudio en su mismo domicilio, cercano al Zacatín. Fue considerado en su época un artista controvertido, y tuvo una muy notable aceptación en determinados sectores de la crítica de su tiempo, y entre promotores que le procuraron muchos y destacados encargos. En cierta medida, fue el último eslabón del barroco sevillano, aunque fuera del marco cronológico correspondiente.

Sus obras se apoyan siempre en un gran dominio del dibujo y la composición, y se caracterizan por una técnica perfecta, que transita –según la ocasión- desde una pincelada muy suelta y libre, con apariencia inacabada, hasta una concepción realista, rigurosa y analítica. En sus temas abarcó un amplísimo espectro: el retrato, el bodegón, las escenas circenses y goyescas, pocas veces el paisaje, una religiosidad de interpretación personal, etc.

Periodista. Comunicando y aprendiendo de todo a mi alrededor. Involucrada en el periodismo social.

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