El joven violinista alcalareño Javier Comesaña Barrera ha recibido esta semana de manos de la Reina Sofía la distinción de alumno más sobresaliente de la Cátedra de Violín Telefónica, dirigida por el profesor Marco Rizzi. Este premio ha tenido lugar en el Teatro Real de Madrid, dentro de la ceremonia de clausura del curso académico 2018-2019 de la Escuela Superior de Música Reina Sofía y la entrega de distinciones de la institución.
Javier Comesaña nació en Alcalá de Guadaíra en 1999. Inició sus estudios de violín en 2004 con el profesor de la ROSS Yuri Managadze. Entre 2013 y 2017 estudió con el maestro Sergey Teslya. Ha recibido clases magistrales de Graf Mourja, Nicolas Dautricourt, Ilya Kaler y Marco Rizzi. Ha colaborado en varias ocasiones con el Festival Internacional de Música de Cámara Joaquín Turina de Sevilla, donde ha compartido escenario con artistas como Sofya Melikyan, Simon Bernardini y Silvia Simionescu, entre otros.
Ha tocado como solista con la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, bajo la dirección del maestro Francisco Javier Gutiérrez Juan, con quien estrenó en 2012 “La Nueva Luz”, una obra para violín, oboe y banda escrita por el compositor Antonio Moreno Pozo y dedicada a él y al oboísta Francisco Javier Gutiérrez Jiménez. En 2017 ha hecho su primera grabación discográfica junto a los ganadores del Concurso de Piano “Ciudad de Sevilla” (2016), tocando el Capricho nº4 de Niccolò Paganini.
Desde 2017 es alumno de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, en la Cátedra de Violín Telefónica con el profesor Marco Rizzi. Disfruta de beca de matrícula y de residencia Fundación Albéniz. Toca un instrumento de la luthier suiza Katharina Abbül. Como alumno de la Escuela ha sido parte del Grupo Schumann de Enagás. Actualmente es miembro del Grupo Mozart de Deloitte.