El lunes, tras la resaca dominguera de votaciones, tomaba café con Juan Español en una apacible terraza. Ambos convertidos en dos sesudos contertulios –no de esos que en televisión hablan al dictado de quienes les pagan– desgranábamos el por qué España se había teñido de rojo. Y por qué el doctor en «decretazos» se había hecho con el poder.  Aquel me dijo con sorna: según un cómico de la legua sentenció, en España no cabía un tonto más. Ahí tienes la explicación. Y yo añado, ahora deberíamos llamarla Tontilandia. Como no estoy para chistes facilones le reconvine, en serio que la cosa es seria. Vamos a lo serio. Los primeros culpables por egoísmo político lo fueron F. González y Aznar. Quisieron que las elecciones siguieran regladas por la Ley D’Hont. Prefirieron darles oxígeno a los nacionalistas para apoyarse en ellos. Por esa ley nuestros votos nos hacen ciudadanos de primera, segunda o tercera. Lo que a mi juicio no es democrático. Culpable Rajoy, por lo anterior. Pero también porque cuando a la unidad de España le afectó la bacteria del independentismo catalán, aplicó cataplasmas de «buenismo». Siendo él el catedrático utilizó el placebo exigido por el ATS Sánchez y el enfermero Rivera. Culpable porque tras el desastre catalán en lugar de convocar elecciones, decidió enrocarse numantinamente esperando plácidamente la moción de censura del ATS. Culpables Casado y Rivera por creerse doctores en medicina política sin haber hecho siquiera el MIR. Porque su infantil orgullo les impidió aliarse. Por no ver que el experto en imaginaria tesis, escritor con negra incluida cocinaba su doctorado en decretazos en la cocina del poder monclovita. Sin venir a cuento Juan Español me preguntó: ¿Conoces la canción Lo tuyo es puro teatro? Sorprendido le comenté: ¡De qué me estás hablando! Poco sabes de canciones. En ella se define a Sánchez. La busqué en Internet y le entendí. «Lo tuyo es puro teatro. Mintiendo que bien te queda el papel. Lo tuyo es puro teatro. Falsedad bien ensayada. Estudiado simulacro...» Invito a lector a que oyéndola compruebe si le cuadra o no al comportamiento de Sánchez. 

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