Una carta de Aguas del Guadaíra.

Una vez más nos dirigimos a todos los alcalareños para hacer un repaso de la situación de nuestro «querido» patrimonio.

En varias publicaciones hemos visto como nuestro Ayuntamiento, vende a bombo y platillo, la recreación virtual de nuestros molinos. De momento todo bien, pero nos paramos a pensar. Ya no existen. Pues no, lo molinos han superado barreras mucho más peligrosas que las que actualmente sufren, desde riadas enormes hasta la desidia de anteriores administraciones locales, pasando por el abandono.

Desde el «icono» de la industria panadera de Alcalá, llámese Harinera del Guadaíra, ahora nos venden la recreación virtual de los molinos, como si estos hubieran desaparecido de nuestro entorno y la única forma de conocerlos sería a través de la aportación y entusiasmo de nuestra corporación llevando a cabo la citada recreación.

Los molinos existen y parecen que se resisten a todo empuje de destrucción, pues aunque no aparezcan en ninguna publicación municipal, tanto de estadísticas como culturales, hay entidades preocupadas por la divulgación de tan preciado tesoro, limpiando la imagen tan deplorable que dan a todo aquel que nos visita.

El de La Aceña está «okupado» por las palomas, Benarosa da «asquito» verlo y San Juan no digamos (techos en lamentable estado, suciedad, mal acceso,etc…) y así la larga lista hasta Cerrajas y Pelay Correa que casi no existen.

Pero eso sí, seguro que en la «maquinita» salen impolutos, incluso el agua limpia. El parque está precioso, pero no existen los más mínimos servicios, cuando ofrecemos rutas es lo primero a advertir en especial a las mujeres.

Quiero entender, en palabras de una concejal de nuestro ayuntamiento, en un reciente encuentro en Málaga, su compromiso para «… rescatar lo que antaño fue seña de identidad de nuestro pueblo, y con el tratamiento adecuado, sigan vigentes…». Le cojo la palabra.

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