Estaba cantado, presentar una misma corriente de opinión, con tres programas distintos, y obligar a los simpatizantes a optar por una y rechazar las otras, es aprovechar un voto, y desperdiciar dos.

Más todavía: Con el sistema D`Hont por el que nos regimos, los restos de pequeños partidos que no alcanzan escaños, se suman al ganador, y ha ocurrido seguramente que los restos de los votos a Vox hayan ido a engrosar la cuenta de Sánchez; se les avisó por todos los medios: cartas, artículos, etc pero nadie atendió. Todos soñaban lograr mayoría absoluta, sin aliarse entre sí, convencidos por los respectivos aparatos de propaganda. Tras el último debate, Casado abrió los brazos a Ciudadanos y a Vox, pero Rivera respondió atacándole, y el ultimo día de campaña, hizo público el transfuguismo del Presidente de la Comunidad de Madrid, (del PP) que se pasó a Ciudadanos. Todo ello con la satisfacción lógica de Sánchez que hasta ahora, utiliza al PSOE para su beneficio personal.

No se ha aprendido de la historia. Pero en los cuadros políticos de decisión ¿hay alguien que sepa historia?

Gil Robles pudo vencer en 1933, porque aglutinó a la derecha bajo el rótulo de «Confederación española de derechas autónomas». Es decir, respetó la personalidad de varios partidos y logró una sola candidatura conjunta, que alcanzó la victoria.

La lección la sabíamos todos, menos los líderes de hoy, que están seguros de la mayoría absoluta, olvidando la ley D`Hont, y la experiencia. Y no echemos la culpa a las encuestas, que manipuladas o no, están pronosticando los resultados desde el primer día. Con tres centro derechas, no se ganan las elecciones.

Cierto que ha habido favoritismo de todas las cadenas de la televisión (salvo la trece), parcialidad de los periodistas (salvo los independientes) , pero los números están ahí. Los tres partidos, sumados, tienen más votos que Sánchez. Sirva de lección para las elecciones de mayo (europeas y locales).

 

Carta remitida a La Voz de Alcalá por Vicente Romero Muñoz.

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