El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra ha derribado la caseta que ADIF tenía en la Avenida Tren de Los Panaderos, expulsando a la familia que vivía en ella. Y la concejala de Ciudadanos, Rosa Carro, lo ha celebrado asegurando que «por fin los vecinos, tras llevarse a cabo esta expropiación y derribo de la vivienda, podrán vivir con más seguridad y sobre todo fuera de los peligros que conlleva el convivir con estas personas».

Es harto probable que la señora Carro lo desconozca, pero el urbanismo higienista que pregona fue inaugurado por el barón Haussmann cuando remodeló el París del Segundo Imperio por órdenes de Napoleón III. Ya entonces la destrucción de viviendas se hacía en nombre de un peligroso sentido de la «higiene» que procuraba limpiar al mismo tiempo las epidemias bacterianas —peste y cólera–—.y las sociales —pobreza y barricadas—.

Desde entonces y hasta hoy, el urbanismo se ve preñado con frecuencia de clasismo y xenofobia. De forma que tras la limpieza del espacio urbano, lo que queda muchas veces es la ausencia de los que siempre son olvidados y el regocijo de los que merecerían serlo.

Juan Soldado nace y muere en un punto indeterminado de la frontera mexicano-estadounidense, y poco después se instala en Alcalá con su familia. Sus intereses giran en torno a Alcalá, América Latina...

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